Las patatas están riquísimas, en todas sus variantes, y pueden mezclarse con todo tipo de plato, pero lo que desconocías es que puedes usarlas para limpiar muchas cosas de la casa. ¡Ojo! La patata, el aliado perfecto para limpiar.
• Rallador: A todos nos incordia una barbaridad limpiar el rallador tras usarlo. ¿Consecuencia? Los restos de limón o queso se quedan pegados y secos. Antes de que nos quedamos sin estropajo o sin manos, lo mejor es coger una patata cruda y rallarla con el utensilio. Lo dejarás como nuevo.
• Espejos: tienes que partir una patata cruda por la mitad y después frotar. Luego pasa un trapo con vinagre blanco, sécalo con otro trapo y ya tienes el resultado perfecto.
• Baldosas: si el suelo o baño ha perdido el brillo, hay un truco de experto que puedes usar: cuece patatas y usa el agua para frotar las baldosas. También sirve para los azulejos.
• Horno y cacerolas: pela unas cuantas patatas y no tires la piel, pues te servirá para limpiar las paredes del horno. Debes dejarlas en una bandeja y encender el electrodoméstico. Los vapores que emanarán reblandecerán los restos de las paredes. Luego, simplemente, pasa una bayeta húmeda y listo. La patata pelada la podrás usar para limpiar las zonas negras de las cacerolas de acero inoxidable. Solo tienes que frotar y luego enjuagarlas.
• Zapatos: si de pronto te has quedado sin betún y tienes el calzado de cuero supersucio, coge una patata. Pártela por la mitad y frota sobre el cuero. Luego pasa un paño y ya está, como nuevos.