Ya sabemos lo que cuesta tener que recoger la casa (nosotros no vivimos en mitad del campo y también tenemos que hacerlo), por eso os queremos dejar cinco consejos prácticos para evitar tener la casa siempre empantanada.
1. Una ubicación exacta
Los platos en el armario de la cocina; los tenedores y cucharas, al cajón; los zapatos y botines, al zapatero; los juguetes, en el cuarto de juegos…. Todo tiene su ubicación, solo tenemos que respetarla y meternos en la cabeza que nada más hay que volverla a poner en su sitio. Si aún así vemos que sigue estando por medio, tendremos que recapacitar sobre su verdadero lugar dentro de la casa.
2. Desaste de lo inservible
Aquello que cuando lo encuentras por casa piensas en “ya me servirá para otra vez”, no te servirá nunca. Piensa ocupa un lugar que después no tendrá rentabilidad. Y con la ropa pasa exactamente igual, todo aquello que ya no te pongas ve depositándola en bolsas para echar al contenedor de la ropa usada de debajo de tu casa.
3. Solo 10 minutos
¿Te agota solo el pensar recoger la casa? Piensa en 10 minutos todos los días para recogerla, pero cúmplelo. ¡Te asombrar! Elige un área lógica o divide habitaciones.
4. ¡A la orden!
No te imaginas la de tiempo que ahorrarás si vas quitándote de la lista las pequeñas cosas que a menudo dejas para más tarde o no las haces en el momento. Quitar el bolso o guardar un abrigo. Estas cosas son algo que te quitará tiempo de ordenar la casa y su aspecto será mucho mejor dado que son los principales que hacen que su imagen parezca más caótica.
5. No pospongas
Deja de pensar en lo engorroso que resulta ordenar la casa y ponte, nadie lo va a hacer por ti salvo que tengas en tu poder una varita o una lámpara con su correspondiente genio. Esos pantalones sin planchar mañana sumarán una camisa y un chaleco, y el vaso del agua del fregadero se convertirá en una pila de platos. Dos camisas arrugadas en un visto y no visto se convierten en una montaña de ropa por planchar, y tres insignificantes platos pasan a ser un fregadero lleno en poco tiempo. A largo plazo, esas tareas aplazadas se impondrán, por lo que hay que tratar de resolverlas lo antes posible.