El suelo es una de las superficies más sucias de la casa y sin ninguna duda de las que más sufren. Después de caminar por la calle pisamos los suelos de nuestras casas llevando todas las bacterias y suciedad del exterior al interior de nuestros hogares, a esto se le unen el repiqueteo de los tacones, el arrastre de las sillas, los objetos que se caen… Sin lugar a dudas nuestro suelo tiene que soportar un desgaste diario que a menudo puede hacer que pierda vida o se vea apagado. Es por ello que la limpieza y abrillantado de suelos es de gran importancia para asegurar su cuidado estético.
Por otra parte, el mantenimiento de nuestros suelos es crucial para mantener la casa limpia e higiénica. Uno de los utensilios que pueden sernos de gran utilidad es la mopa. Este instrumento es utilizado para la limpieza profesional de muchos emplazamientos como hospitales, restaurantes, centros comerciales… Pero sus aplicaciones y posibilidades lo hacen perfecto para nuestros hogares.
De este modo la mopa nos permite eliminar la suciedad y el polvo de la superficie de nuestros suelos de forma rápida y eficaz. Existen una gran variedad de tipos de mopa realizada con diversos materiales que, por sus características, son más indicadas para la limpieza de determinados suelos.
Para conseguir el mejor resultado con nuestra mopa, lo ideal es humedecerla. Podemos emplear productos para humedecer directamente este instrumento o humedecer el suelo, así conseguiremos eliminar el polvo, los pelos y la suciedad sin que ésta sea arrastrada. Cuando pasemos la mopa deberemos hacerlo sin levantarla del suelo para garantizar que no quedan restos olvidados por la superficie. Este procedimiento también puede servir como método previo al abrillantado de suelos.
Cuando hayamos terminado nuestro recorrido sacudiremos nuestra mopa sobre una bolsa de basura o la aspiraremos con un aspirador si fuera necesario.